Estar agradecidos a Dios por los bienes que nos da

 Lo nuestro no será tal vez ingratitud manifiesta; será más bien "no pararse a pensar", no caer en la cuenta... Pero es que vivir es como "estar en clase" (Dios no para de enseñarnos), y la desatención no es lo más propio de buenos alumnos. (P.M.)

Crear por donde vamos un clima de armonía y solidaridad

No contaminan solo las chimeneas y los tubos de escape; contaminan nuestras violencias y destemplanzas. Descontaminamos, en cambio, cuando "nos esmeramos en todo lo que favorece la paz y construye la vida común". (P.M.)

Recomencemos siempre sin desanimarnos

No es realista pretender de nosotros mismos una perfección sin imperfecciones, una voluntad sin debilidades. La "primera misericordia" se vive en la propia carne, y eso es lo que nos hace humanos y misericordiosos con los demás. (P.M.)

Alegrémonos con los éxitos de los demás

La envidia no es un sentimiento propio solo de los niños. Ese "venenillo" acecha a todas las edades. Se llama "pecado capital", porque es raíz de un mal que solo se combate con más amor y más grandeza de corazón. (P.M.).

Superar las contrariedades que encontramos

Desconocemos la cumbre, pero la llevamos ya en el corazón. Montañeros de alta montaña, nuestra misión hoy no es llegar sino "estar llegando". Además, en cordada, para ganar confianza y progresar; que somos ya hijos de Dios, aunque todavía no le veamos "tal cual es". (P.M.)

Reconocer en el prójimo un hermano a quien amar

Lo creemos y confesamos: todos, sin distinción, "desterrados hijos de Eva", camino de la "tierra prometida" de nuestra Verdad más profunda, sin jamás ocultarla. ¿Verdad que cambia en nosotros actitudes, apreciaciones, palabras? (P.M.)

Mantener entre nosotros una auténtica y visible concordia

Si pudiéramos ver en una pantalla las consecuencias de nuestras relaciones en el "cuerpo social" en
que vivimos. nos quemaría la urgencia de convertirnos en el "espacio sanador" que este mundo individualista necesita. (P.M.)

Poner de relieve lo positivo que hay en el otro

Tarea fácil cuando nos cae simpático; difícil cuando ese "otro" no figura en la lista de nuestras simpatías. Pero reconozcamos que no habrá fraternidad universal posible sin la libertad del corazón y un amor valiente a la verdad. (P.M.)

Transformemos nuestros ambientes con actos de amor

Engaña la apariencia cuando la Verdad lucha contra el Mal, la Verdad contra la Mentira. Un acto de amor es una "minucia":  grano de mostaza, levadura, simiente... Pero nuestra fortaleza está en ser fieles a ese "minucia". (P.M.)

Ser generosos frente a las necesidades de los demás

Como está maduro el albaricoque cuando se desprende con facilidad del hueso, es señal de madurez el desprendimiento de uno mismo. La fruta, mejor madura que verde. Es ley natural, que "alegra el corazón y da luz a los ojos". (P.M.)

No cerrarse en los propios intereses

Si bajo la mirada, sea solo para comprobar que "pedaleo" rectamente, porque no está mi corazón en los "pedales" sino en la llamada del Padre que me mira tras los ojos de mis hermanos y es la meta de todos mis esfuerzos. (P.M.)

Sea nuestro amor gratuito

Y siempre dará fruto; lo que no sabremos tal vez es dónde, cómo y cuándo. Y Dios nos libre de la pretensión ansiosa de saberlo. Que no estamos en tiempo de cosechas sino de siembra. ¡Es tan saludable la paciencia del sembrador! (P.M.)

Apoyémonos mutuamente

Para no caer en tristezas y correr en vano; para vivir tal como nos pensó el Creador: "hombre y mujer", familia, hogar, relaciones afectivas estables, no "descartables". ¿No es la soledad una de las mayores dolencias de nuestro tiempo? (P.M.)

Ayudar con gestos concretos a quien está en necesidad

El Amor se encarna con los hechos. Defraudamos a este mundo los "creyentes" cuando lo que hacemos no concuerda con lo que decimos. ¿No es el "divorcio entre la fe y la vida diaria uno de los más graves errores de nuestra época"? (P.M.)

Aceptemos con gratitud la ayuda del hermano

Cuanto más se hace oscura la noche, más "se agradece" la luz de quien nos ayuda a mantener la humildad de corazón y a bendecir a la Verdad que "aconseja, instruye internamente y enseña el sendero de la vida". (P.M.)

Consolidar nuestra confianza hacia todos

Si un gran profeta se atrevió a decir: "maldito quien confía en el hombre", es porque quería advertirnos con fuerza que la solidez de nuestras relaciones humanas se basa en "odiar el pecado, pero sin dejar de amar al pecador". (P.M.)

Interesarme por el bien de mi prójimo

Tenerlo presente en mi corazón, desearlo, no olvidarlo. Que ese "amor despierto" y atento me ofrecerá seguramente la oportunidad de hacerle feliz. ¡Es tan gratificante "sentirnos bien buscando el bien de los demás"! (P.M.)

Reforzar nuestra relación con Dios

Siendo amigos obedientes de esa Verdad profunda que nos precede, advertiremos la unidad y la armonía del corazón, y evitaremos que nuestras relaciones humanas sean mentirosas y nuestras actuaciones palos de ciego. (P.M.)

Hacerse cargo de los problemas de quien está a nuestro lado

Es sábado. Como la flor abre con el sol, el amor materno pone silencioso "calidez de hogar" y abre la confidencia. Salvamos las apariencias y escondemos los problemas hasta que aprendemos a mirarnos y a dejarnos mirar. (P.M.)

Sembrar en nuestros ambientes la esperanza

Es un noble propósito: "que por mi causa no queden defraudados" quienes a mi lado buscan como yo un sentido a la vida. La insatisfacción y la desgana nos enferman. Y olvidamos que Dios nos quiere felices también en esta tierra. (P.M.)

Hacer que crezca en nuestro ambiente el espíritu de familia

¡Hambre de Familia tenemos todos! Por eso, dejar a un lado tanta mala cara, tanto enfado inútil contra "la cizaña", y apuntarse al lenguaje positivo que siembra trigo limpio, amor fraterno: ¡"panaderos" del Pan de la Vida! (P.M.)

Acoger a cada hermano sin distinciones

¡Qué fácil resulta en un mundo tan plural y contradictorio dividirnos en buenos y malos! Modos de pensar tan diferentes y antipatías personales hacen olvidar que somos todos "Suyos", de Dios, y nadie para Él es "descartable". (P.M.)

Superar cualquier imprevisto para amar con un corazón libre

Cuando los cambios de "trayecto" nos quitan la paz, es porque olvidamos el porqué de este "viaje", con Quién vamos, adónde y para qué. No es la "hoja de ruta" lo importante sino la ruta misma. "El hombre propone y Dios dispone". (P.M.)

Hoy haré mías las preocupaciones del otro

No desaparecerán, por eso, las preocupaciones mías, pero se sanearán, porque "el amor sana"; amplia la mirada, abre los oidos y percibe cuánto somos uno, es común el peso y cómo se lleva mejor en común. (P.M.)

Reavivar las relaciones con quienes hoy nos encontremos

"Remover el brasero", dar nuevo vigor al afecto entre nosotros. Que la ceniza de la costumbre no impida vernos como Dios nos ve: con ese "soplo incorruptible" que nos hace infinitamente amables, llamados a crecer. (P.M.)

2.11.2019 Escuchar con corazón abierto a quien necesita ser confortado

Es sábado, día de "la Madre que Vive" y vence la muerte, y es refugio y consuelo. Necesitamos ser un poco "madres" unos de otros para hacer nuestra la flaqueza del prójimo. Sin juicios ni prejuicios. Con amor materno. (P.M.)

1.11.2019 Compartamos nuestra alegría con los hermanos

Es el mayor amor. Porque "un santo triste es un triste santo". La tristeza es tóxica, nada resuelve, añade mal a los males, y apoya sin querer al "Acusador" en sus críticas al Cielo. No. "Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno". (P.M.)

30.10.2019 Descubrir que cada palabra de Dios es amor

No entiende el bebé las palabras de la madre, pero ríe y retoza porque entiende el amor. Tardan los hijos en reconocer la sabiduría de los padres. ¿Cuánto tardaremos en saber que, si amamos a Dios, "todo nos sirve para el bien"? (P.M.)