Recordar que somos todos hijos de un único Padre

Concebidos todos en el Corazón de Dios, "fruto, cada uno, de un pensamiento de Dios". Pero habrá quien solo lo descubra cuando vea que yo lo trato como hermano. Entonces sí que rezaré con verdad el "Padre nuestro". (P.M.)

29.9.2020 Nuestro dar abre las manos de Dios

"Dad y se os dará". Es algo sensible, verificable: soy egoísta, y me quedo pobre y a oscuras; soy generoso, me entrego, y automáticamente se llena de luz el corazón, y las manos de iniciativa. Es nuestra dignidad. Dios la respeta. (P.M.)

Ir al encuentro de las necesidades de nuestro prójimo

Ir, sí. Con entusiasmo. A "trabajar" en esta "Viña" inmensa que se nos confía. Solo se nos pide "no encerrarnos en nuestros intereses", implicarnos de corazón en la "parte" que se nos encomienda, y "dejarnos guiar por la humildad". (P.M.)

Dar es amar concretamente

Dios ha puesto en marcha una "gran empresa" en la que todos somos empleados. No se juzgará en ella lo talentudos que fuimos sino los frutos que supimos recabar de esos talentos. "No los que dicen... sino los que hacen". (P.M.)

Hacer circular los bienes materiales y espirituales

"Estancado", me hago daño a mí mismo, y se lo hago a los demás. "Desprendido" (¡bella pobreza!), disfruto de la libertad de corazón y hago a otros felices. Somos manantial, y "habrá vida dondequiera que llegue la corriente". (P.M.)

Incrementar la cultura del dar

Es una llamada apremiante: "redescubrir que la vida no sirve si no se sirve"; hacer circular esta buena sangre del don y el servicio, que devuelve la salud al mundo. La "cultura de tener" solo entretiene con "vanidad de vanidades". (P.M.)

Acoger a quien está necesitado

¿Y quién no lo está? No será de cosas materiales, pero sí de comprensión, de respeto y escucha, de ser bondadosamente tratados. ¡Que nuestras relaciones no dependan solo de "aparatos que se pueden encender y apagar a voluntad"! (P.M.)

Pongamos todo el amor cuando damos

Que nuestros servicios, grandes o pequeños, lleven un sello: el don de nosotros mismos, un corazón íntegro.  Y Dios, que es íntegro y está presente y se alegra, pondrá más y más dones en la "pureza de nuestras manos". (P.M.)

Recibimos mucho más de lo que damos

Incluso cuando no somos correspondidos: damos amor desinteresadamente, y "se despierta" el Amor dentro de nosotros: ¡Es Dios y siempre corresponde con esplendidez! Amanece, entonces, la luz y la alegría en el corazón. (P.M.)

Tener un amor generoso hacia todos

En ese "todos", sin exclusiones, está la identidad y la grandeza de alma de los hijos de Dios. Ni antipatías ni partidismos nos "autorizan" a dejar de amar y a defender la Verdad con amor. No se vence el mal con el mal sino con el Bien. (P.M.)

19.9.2020 Que no haya indigentes entre nosotros

Tan noble deseo me exigirá una vida parca y honesta, me recordará que soy administrador -no dueño absoluto- de mis bienes, que mucha cosa superflua de mi "armario" podrá serle a otros necesaria; que somos "todos hermanos". (P.M.)

Vivir la Palabra con la máxima intensidad

Que sea esa Voz interior la que dé luz y sentido a mi jornada. Lo demás es "sobrevivir" y quedar a merced de las circunstancias. "En la mañana hazme escuchar tu gracia. Indícame el camino que he de seguir". (P.M.)

16.9.2020 Estar atentos a las necesidades de nuestra familia

Creados así, para "ser Familia", como en círculos concéntricos, esa Bondad "pasa de hijos a nietos". Y si hay "fuerzas que intentan destruirla o deformarla", la "atención cordial" en nuestra propia casa, la defenderá y fortalecerá. (P.M.)

Llenar la jornada de actos de amor

Y esas serán las noticias importantes del día, el valor auténtico de mi tiempo, mi aportación concreta a la mejora del mundo. Porque "si no tengo amor, no seré más que un metal que resuena o un címbalo que aturde". (P.M.)

Lo nuestro sea siempre un dar desinteresado

Hacer el bien sin adherencias ni intereses ni cobranzas es adornar de humildad nuestros dones: "Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha". (P.M.)

Abrir nuestro corazón a quien nos acompaña

Sin duda es un día memorable cuando conseguimos compartir lo más grande que llevamos dentro: la salud del alma, nuestras cosas más íntimas, la Palabra de ese Dios interior que amplía su voz cuando nos amamos así. Enhorabuena. (P.M.)

11.9.2020 Cuanto más generosos somos, más se dilata nuestra capacidad de dar

El corazón se ensancha o se encoge, depende de nosotros. Damos largamente, y largamente nos sentimos retribuidos para seguir dando: "Dad y se os dará...una medida generosa, colmada, rebosante". La "medida" la decidimos nosotros. (P.M.)

Tener confianza en la Providencia de Dios

Y si algún sabor amargo invita al desprendimiento, es porque Dios no quiere para sus hijos falsas ilusiones y enseña una verdad dura, necesaria, que equilibra la vida: todo cae, todo es vanidad; y "pasa deprisa la escena de este mundo". (P.M.)

9.9.2020 Que nuestros talentos estén al servicio de los hermanos

Ni el número ni el brillo de los talentos contará en el examen final de la vida; contará cómo los gestionó el amor: "Me diste de comer (o no); Me diste de beber (o no); Me aconsejaste (o no); Me visitaste (o no); Me enseñaste (o no)... (P.M.)

Poner en Dios nuestra seguridad

Que esté nuestra humanidad hoy tan claramente unida en el dolor nos obliga a mirarla y quererla y unirla con más amor. Somos todos hermanos, hijos de un Dios que es Amor. Nos basta con saber que Él está con nosotros. (P.M.)

Dar con generosidad

Que la rutina cotidiana no nos vuelva cómodos ni adormezca en nosotros ese amor creativo y generoso, siempre nuevo, que aprovecha las ocasiones de servir y adelantarse, y hace tan hermosa y agradable la convivencia. (P.M.)

Que nuestras capacidades sean un don para la comunidad

 

Como se mueven los órganos del cuerpo, por el bien total del cuerpo. Y, cuanto más "prefiramos las cosas comunes a las propias y no las propias a las comunes" (san Agustín), más luminosa será la Unidad y atractiva la virtud. (P.M.)

"Hay más alegría en dar que en recibir"

Así habla la "Fuente de la Sabiduría" que conoce bien el corazón humano. Beber de esa fuente hace sabia nuestra vida. El "sentido interior" y la experiencia nos lo confirman: estamos hechos para el don; somos don. (P.M.)

El Padre nos invita a dar gratuitamente

Para parecernos a Él y elevarnos así y engrandecernos; para vernos felices y libres de complejos. Dar. Dar siempre. Poco o mucho; no importa cuánto, sino "cómo". El amor es creativo. Y todo nuestro quehacer se iluminará. (P.M.)