sábado, 10 de noviembre de 2018

7.11.2018 Tener a Dios en el corazón


¿Es que se le puede dejar fuera? ¡Se hiela la sangre solo de pensarlo! Pero es literalmente así: "Estoy a la puerta y llamo". Ese respeto infinito nos reviste de dignidad, y el corazón "se hace hogar" para muchos. (P.M.)

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