Descubrir en cada cambio una oportunidad de crecimiento
¡Cuánta paciencia y sabiduría necesitaron nuestros padres para afrontar "las crisis de crecimiento" de sus hijos! ¡Y cuanto a regañadientes aprendemos que "los planes de Dios no son nuestros planes, ni sus pensamientos los nuestros"! (P.M.)
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