Hacer felices a los prójimos y serlo nosotros con ellos
Es que la felicidad es el "pan de los hijos", que no se come en solitario, sino sentados a la misma mesa; pan que, milagrosamente, "se multiplica" cuanto más se distribuye. Un Padre "lo gana" para todos: "Danos hoy nuestro pan de cada día". (P.M.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario