Si "el amor que mueve el sol y las estrellas" se cansara, si "la caricia de Dios" no nos llegase cada día, ¿podríamos sus criaturas existir? "Transfigurados" nosotros, con nuestras fatigas y desencantos, somos el reflejo de ese Amor. Si faltase, nos faltaría la vida. (P.M.)
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