martes, 14 de agosto de 2018

Crecer en la confianza mutua


¡Cuánto envenena la desconfianza nuestras relaciones humanas! Por eso es tan urgente sanear la "atmósfera". Un hijo de Dios no espera a que sus hermanos "merezcan confianza"; empieza él inspirándola, ensanchando más y más la fraternidad universal. (P.M.)

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