sábado, 17 de octubre de 2020

Consolar a quien está pasando una prueba



Corrige el Padre al hijo, y la Madre, que lo sufre, alivia la corrección con el silencio y la ternura. Pero no ahorra al hijo el "dolor de la verdad" y la hora de la madurez. ¿No será esa nuestra función mutua cuando nos vemos "probados"? (P.M.)

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