¿Incluso adivinarlas? Dice una madre que "a los hijos les cuesta dar el paso y pedir perdón, aunque estén desando hacerlo. Entonces, con una carantoña les digo: ¡que sí, que te perdono! Y los desarmo. Se ríen y me dan un abrazo". (P.M.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario