Esperemos con alegría al Señor que viene
Pocas noches como esta, si hacemos silencio, escucharemos tan claramente llorar a Dios. ¿No es lo primero que se oye cuando hay un Nacimiento? Pero lloramos de alegría, porque de Él lo esperamos todo y nuestro corazón es su hogar. (P.M.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario