Descubrir detrás de cada circunstancia la mirada de Dios
¡Ojalá no olvidara yo nunca esa mirada! Infelizmente puedo desinteresarme, incluso "jugar" a esconderme. Es inútil. Dios habita con nosotros, y espera pacientemente cruzar su mirada con la mía. ¿Hay mayor fuerza y mayor dignidad? (P.M.)
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