Hacer las paces conmigo mismo: la fraternidad universal empieza por mí
Este "hijo de Dios" que soy tendrá que librar muchas batallas en un mundo tan contradictorio, pero no las ganará sin estar en paz dentro; que todo lo bueno se aprende en casa. ¿Y no tenemos en casa una Madre que es "Reina de la paz"? (P.M.)
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