¿Nos avergonzaría dar la cara por nuestros padres o por un amigo entrañable? Si quienes recibimos de Dios el don de la fe somos remisos en manifestarlo ¿qué clase de creyentes somos? ¿No tendrá que avergonzarse Dios de nosotros? (P.M.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario