El que se ensalce será humillado, y el que se humilla será ensalzado (Mt 23,12)
¡Qué mal van las cosas cuando la soberbia reina en los corazones! Resulta imposible la relación con Dios, y es un martirio la vida en común. Un hijo de Dios aprende la humildad cuando se convierte en servidor de todos. Y "servir es reinar". (P.M.)
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