Este es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo (Sal 118,24)
"Tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor corrió la piedra del sepulcro". Hermanos de sangre del Resucitado, abrir, como ángeles, "las puertas de la vida" a tanta descreencia y tanto dolor oscuro, es nuestra gran vocación. (P.M.)
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