martes, 10 de diciembre de 2019

Reconocer la presencia de Dios en las acciones cotidianas

Ni es casualidad, ni buena o mala suerte. Es "su forma de Ser". Alivia, fortalece, sorprende, corrige..., incluso "hiere" cuando su "Medicina" lo exige, pero se encarga Él mismo de "vendar la herida". Está siempre. "No lo veo, pero está". (P.M.)

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