domingo, 2 de febrero de 2020

Tener un corazón puro

Solían las madres rezarle a la Virgen mientras "vestían de limpio" al pequeñito, como encomendando a Ella su inocencia. No es obra humana, en efecto, nuestra pureza, sino de esa Palabra divina que introduce la Luz y nos llena de su resplandor. (P.M.)

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