jueves, 1 de agosto de 2019

Poner nuevamente nuestra confianza en Dios


¿Qué tiene de extraño que nos asuste faenar alguna vez en "la barca de la vida", y nos tiente la soledad del mar?  Basta ser humildes. Quien nos mandó pescar es Él. El mar es suyo y la barca también. Y "nosotros somos suyos". (P.M.)

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